La recuperación de la pandemia del COVID-19 requiere abordar las dificultades generadas y/o exacerbadas por esta coyuntura sobre la producción agropecuaria y agroalimentaria, así como sus efectos sobre el desarrollo del campo colombiano, la productividad rural y la soberanía alimentaria del país. Este proceso no puede ignorar la urgencia de transitar hacia sistemas de producción sostenible que hagan un uso más eficiente de los recursos naturales, promuevan la asociatividad rural, generen mejores redes de abastecimiento y reduzcan los riesgos agropecuarios.
El COVID-19 exacerbó retos preexistentes en la producción agropecuaria del país. La escasa asociatividad fue uno de los agravantes de los retos de esta coyuntura, pues pequeños y medianos productores enfrentan mayores dificultades para reaccionar de manera oportuna y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. Se requiere fortalecer programas como las Alianzas Productivas y Agricultura por Contrato, así como promover planes de alistamiento, siembra y venta coordinada y bajo financiamiento colectivo, sumado a capacitaciones para el desarrollo de habilidades blandas.
