La crisis económica obliga a que el gobierno federal y los gobiernos subnacionales diseñen planes de recuperación. La eficiencia energética (EE) debe ser un elemento prioritario de estos planes porque disminuye emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), genera empleos, contribuye a crear una sociedad de consumo sostenible y, de ser bien dirigida, crea inclusión y justicia social.
Además, para los tomadores de decisiones, la EE es políticamente estratégica dado que contribuye a reactivar lo nacional, desde lo local. Para ello, proponemos un plan que priorice los hogares, la (re)construcción de edificios verdes y las ciudades sostenibles, al mismo tiempo que busque reducir la pobreza energética y promover la inclusión de grupos sociales históricamente desfavorecidos.